El petróleo ha dejado de ser un pilar económico para México debido al lastre que representa la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), según dos académicos del Centro México en el Instituto Baker de la Universidad Rice en Houston, Texas. Los académicos Tony Payan y José Iván Rodríguez-Sánchez delinearon que los resultados de inversiones del Gobierno federal, parte de la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador para preservar el monopolio del Estado en el sector energético, han sido “catastróficos”.
“López Obrador ha apostado a la empresa para generar crecimiento económico a través del supuesto de que la producción de petróleo pudiera aumentar. Ese no ha sido el caso”, aseguran los académicos en su reporte publicado. “Si a esto le sumamos que el gobierno federal ha subsidiado fuertemente a Pemex para que pueda seguir funcionando como hasta ahora, sin planes de inversión ni desarrollo de nueva tecnología, los resultados son catastróficos. Por un lado, la producción de petróleo ha disminuido en los últimos años y, a pesar de las promesas del Gobierno, no ha aumentado en absoluto en los últimos dos años. El Gobierno tampoco tiene un plan de negocios estratégico para evitar más pérdidas o para refinanciar la empresa”, agregaron los especialistas.
Como prueba de que el dinero invertido en Pemex es ineficiente y no genera réditos, Payan y Rodríguez-Sánchez apuntan a las pérdidas netas de la empresa en los últimos años. En 2024, Pemex ha enfrentado significativas pérdidas económicas. En el primer semestre del año, la petrolera reportó una pérdida neta de 251,255 millones de pesos (aproximadamente 13,672 millones de dólares), un cambio drástico en comparación con las ganancias obtenidas en 2023. Solo en el segundo trimestre, la empresa registró una pérdida de 255,937 millones de pesos. Esta caída se atribuye principalmente a la disminución de las ventas totales, el aumento en los costos de ventas, y pérdidas cambiarias derivadas de la apreciación del peso frente al dólar
“Si el Gobierno federal continúa apoyando financieramente a Pemex, afectará gravemente tanto a la economía nacional como a su solidez fiscal”, dice el reporte. “Invertir recursos en Pemex es un uso ineficiente del dinero sin efectos positivos en la economía, ya que no existe un plan para reestructurarlo financieramente. Si estos recursos se utilizaran para apoyar a las empresas y las personas afectadas por la pandemia, el impacto positivo en la economía sería mayor. “Pensando con optimismo, Pemex podría convertirse en un insumo importante para la economía si los precios del petróleo subieran drásticamente, pero esto también dependería de la recuperación mundial. Por ahora, sin embargo, es un lastre para el PIB del país”, aseguraron los autores.