En la vida, los cambios son inevitables y es fácil encontrarse con ganas de empezar de nuevo en el trabajo, las relaciones, los estudios o incluso los pasatiempos.
Aunque los nuevos comienzos pueden acogerse con optimismo y entusiasmo, a menudo provocan dudas e incertidumbres, incluso miedos. Para describir estos temores nació el concepto de “fear of starting over” o “FOSO”, (miedo a empezar de nuevo), que indica las emociones negativas y a veces extenuantes que sentimos cuando pretendemos un cambio en nuestras vidas.
Al fin y al cabo, ¿quién no ha sentido el miedo a lo desconocido de una nueva experiencia? ¿O la sensación de fracaso al darnos cuenta de que un trabajo no es el adecuado para nosotros? ¿O las presiones sociales a la hora de evaluar nuestras propias decisiones? Estos sentimientos pueden tener un efecto paralizante y hacernos sentir estancados hasta el punto de impedirnos aprovechar las oportunidades y el crecimiento personal.
Pero estos sentimientos son completamente normales, sobre todo si no encontramos la certeza necesaria en nuestro entorno para afrontar los cambios de forma positiva. Todos los días estamos expuestos a noticias sobre la crisis económica y la inestabilidad mundial, que alimentan nuestras inseguridades y nuestro pesimismo sobre el futuro. Así, acabamos conformándonos con la situación en la que estamos por miedo a las consecuencias del cambio, incluso cuando no estamos plenamente satisfechos con nuestro presente y nos gustaría tomar medidas para cambiarlo.
En estos casos, sin embargo, existen buenas estrategias para afrontar y superar las emociones negativas que nos inmovilizan. Tras reconocer nuestros miedos, podemos centrarnos en nuestro potencial, hablar de nuestras dificultades con las personas más cercanas o incluso acudir a profesionales que nos ayuden a tener una perspectiva más clara.