Sandra López-León, epidemióloga mexicana en Nueva York, dijo que, si el número actual de muertes fuese tres veces mayor que el reportado, como se teme, equivaldría a una tasa per cápita de más de 1.394 casos por millón de habitantes. Eso pondría a México muy por delante del actual país más afectado sobre una base per cápita, Bélgica, que tiene casi 870 muertes por millón de habitantes y no parece estar subestimando las muertes en tal medida.
Las estadísticas son resbaladizas dado que “todos los países del mundo están subregistrando las muertes debidas al Covid y el exceso de mortalidad”, según el Dr. Ali Mokdad, profesor de ciencias de la métrica de la salud en el Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud (IMHE) de la Universidad de Washington.
La capital está permitiendo que los teatros reanuden las representaciones con un público limitado a partir de esta semana – podría impulsar un aumento de las muertes de Covid. La proyección actual del IHME es de 130.387 muertes para el 1 de diciembre, elevándose a más de 175.500 si se eliminan las restricciones.
“En México, mi preocupación es que se les acaben las camas de la UCI y los ventiladores – predecimos que para mediados de noviembre se habrán acabado si las cosas siguen al ritmo actual”, dijo el Dr. Mokdad. “Sin un confinamiento de dos semanas no veo la forma de controlar la pandemia en México en este momento.”
Jaime Sepúlveda, epidemiólogo y director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California en San Francisco, calificó de “apuesta peligrosa” el comenzar a reabrir mientras la transmisión siga siendo frecuente.
México ha elegido deliberadamente no intentar contar todos los casos y limitar las pruebas – hasta la fecha sólo se han registrado oficialmente 1,24 millones de pruebas.
Pero la prevalencia del virus se ve confirmada por el hecho de que el 62% de las pruebas están dando positivo, según Nuestro Mundo en Datos, un sitio web que hace un seguimiento de la pandemia, muy por encima de otras naciones duramente afectadas.
El gobierno ha impulsado la reapertura económica, ya que millones de personas en el vasto sector informal no tienen otra opción que seguir trabajando. Al mismo tiempo, las medidas de estímulo se han limitado en gran medida a pequeños préstamos para pequeñas empresas.
Sin embargo, el gasto público ya ha aumentado casi un 5% este año, incluso sin un estímulo fiscal -muy por encima de la expectativa del gobierno de un aumento del 0,7%, escribió Bank of America en una nota a los clientes, y ha superado los recortes salariales y de otro tipo.
López Obrador ha rechazado las políticas anticíclicas diciendo que México no puede permitirse el lujo de endeudarse. Pero con la economía en crisis, la proporción de la deuda con respecto al PIB está aumentando de todos modos.
“Esperamos que la actual política fiscal lleve el saldo primario a -3,6% del PIB, frente al 1,1% de hace un año, y la deuda al 60% del PIB, frente al 45% en 2019”, dijo BofA, y añadió que podría provocar una rebaja de la calificación soberana a la basura el próximo año.
Valeria Moy, directora del Instituto Mexicano para la Competitividad, un centro de estudios dijo que un indicador sustitutivo oficial del PIB mostraba una producción al mismo nivel que en septiembre de 2009 y la inversión estaba en los niveles de 1995.
“Esto es alucinante dado el aumento de la población y la actividad económica”, dijo al seminario web del Wilson Center, añadiendo que probablemente se tardaría hasta el 2032 para que el PIB per cápita se recupere a los niveles del 2019, añadió.
México al menos ha dejado de perder puestos de trabajo durante la crisis del coronavirus. Pero como dijo Gabriela Siller, directora de investigación económica y financiera del Banco Base: “El hecho de que hayamos tocado fondo no significa que la crisis haya terminado”.