Moscú ha advertido a la Casa Blanca, a través de una comunicación diplomática, de que si persevera en el envío de determinadas armas a Ucrania esto acabará por tener “consecuencias impredecibles”. La nota, a la que ha tenido acceso el diario The Washington Post, llega justo cuando el presidente Joe Biden ha aprobado dar 800 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, con obuses, drones de defensa costera, vehículos blindados antiaéreos y antitanque, y munición.
Las armas de Estados Unidos llegarán a Ucrania en breve y el envío responde a una petición urgente del presidente Volodímir Zelenski a Washington, ante la movilización de las tropas rusas y el previsible ataque en la región de Donbás, al este de Ucrania, cuya franja costera conecta con Crimea, el territorio anexionado ilegalmente por Rusia en 2014. El portavoz del Pentágono, John Kirby, aseguró que los sistemas de defensa cuyo envío ha sido aprobado por Estados Unidos “reflejan el tipo de lucha que los ucranianos esperan enfrentar”.
El documento filtrado, titulado Sobre las preocupaciones de Rusia en el contexto de los suministros masivos de armas y equipo militar al régimen de Kiev, estaba escrito en ruso e incluía una versión traducida. Fue enviado al Departamento de Estado por la Embajada de Rusia en Washington. En la nota queda clara la petición del Gobierno de Vladímir Putin para que “Estados Unidos y sus aliados detengan la militarización irresponsable de Ucrania”, algo que, advierten, tendrá consecuencias impredecibles para la seguridad regional e internacional. Según relata al Post un alto cargo de la Administración de Biden, “lo que los rusos tratan de decirnos de forma privada es justo lo que han dicho al mundo en público, que la enorme cantidad de asistencia que hemos proporcionado a nuestros socios ucranios está siendo extraordinariamente efectiva”. La comunicación diplomática estaba fechada el martes, cuando se anunció el envío de un nuevo paquete de armas que elevó la cantidad total de ayuda militar estadounidense proporcionada a Ucrania desde la invasión del 24 de febrero a 3.200 millones de dólares, según el portavoz del Pentágono, John Kirby.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, amenazó el pasado miércoles con el envío de armamento nuclear al Báltico en caso de que Suecia y Finlandia ingresaran en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Además, Medvédev también adelantó que esa adhesión tendría como respuesta un despliegue de más tropas rusas en la zona. “Si Suecia y Finlandia entran en la OTAN, la frontera terrestre será el doble y, naturalmente, tendrá que ser reforzada. Será necesario aumentar drásticamente las defensas terrestres y aéreas, y desplegar unas fuerzas navales importantes en el golfo de Finlandia”, afirmó el expresidente y ex primer ministro ruso.