Recientemente, la candidata presidencial Claudia Sheinbaum ha ido desvelando las primeras líneas para el México que gobernaría de ganar las elecciones de 2024. La propuesta de la exjefa de Gobierno incluye el mantener autonomía de Banxico, acelerar la transición energética y desarrollo regionalizado. Corren tiempos en los que las aspirantes a la Presidencia de la República han de ser muy cuidadosas de no contravenir la ley con propuestas electorales. Así, las virtuales candidatas tienen que plantear algunas ideas sin develar su intención proselitista.
La aspirante de Morena, ha sostenido encuentros en los que, como es natural, defiende los resultados tanto de su gestión de casi cinco años al frente de Ciudad de México, y lo mismo destaca logros de Andrés Manuel López Obrador en el Gobierno federal. A pocos sorprenderá que lo primero que presenta sean estadísticas de la baja en incidencia delictiva en la capital; también presume que esta pasó de 15.000 a 75.000 cámaras de vigilancia, wifi público en 34.000 puntos, trolebuses y teleféricos, menos pobreza y deuda, entre otros indicadores económicos, etc.
La doctora presenta a empresarios un concepto paraguas que no sabemos si perdurará cuando llegue la campaña: “Prosperidad compartida”, es lo que engloba parte de la visión que tiene para México. El detalle, insisto, se tendrá cuando la ley permita hablar, pero ¿qué ha trascendido hasta hoy?
Sheinbaum ha expuesto, bajo el título específico de “Nuestro modelo”, cuatro ejes:
1. Estabilidad macroeconómica.
2. Austeridad republicana y Finanzas Públicas Sanas.
3. Inversión Social para Reducir Desigualdades.
4. Inversión en Infraestructura Pública.
Parte del desglose de esos enunciados son: Estabilidad que atrae inversión; Proyectos de infraestructura que detonan prosperidad; Zonas históricamente rezagadas que hoy crecen más que el resto; Mexicanas y mexicanos que salen de la pobreza.
Es de destacarse cómo la exjefa de Gobierno lanza de saque la oferta de estabilidad económica y las finanzas públicas sanas. A ver cómo desmenuza ello, cuando haya lugar, luego de los cuestionamientos que el paquete económico de 2024, que amplía el déficit, ha suscitado. Pero hay un adelanto.
Cuando la doctora Sheinbaum ha abordado ese tema, agrega, bajo el título “Entorno público propicio para la inversión privada y la prosperidad compartida”, los siguientes puntos:
— Mantener la autonomía del Banco de México y la política monetaria.
— Eficientar la recaudación sin crear nuevos impuestos.
— Manejo responsable de la deuda.
— Fortalecer una política industrial regionalizada que atraiga inversiones de relocalización (nearshoring) y su aprovechamiento local.
— Acelerar simplificación y digitalización de trámites.
Ya lo había adelantado en el libro que sobre ella escribió Arturo Cano: cree que aún hay margen para más recaudación sin nuevos impuestos. Así que de febrero, fecha en que fue entrevistada para ese texto biográfico, a ahora, cuando ya se discute el paquete económico 2024, ella sigue en lo mismo.
¿Qué otras cosas expone la virtual candidata, que allá donde va llena los auditorios de empresarios y líderes, que la quieren oír?
— Plan de desarrollo regional e industrialización.
— Plan de desarrollo científico y tecnológico.
— Acelerar la transición energética.
— Plan hídrico.
— Plan de apoyo a municipios.
Estos trazos, o esbozo de eventual oferta de Gobierno, que por cierto también incluiría, según su exposición, “estabilidad política”, dan para múltiples conferencias temáticas, para especializados debates y, sabiendo el talante meticuloso de la morenista, seguro ya tiene sendos grupos de trabajo.