El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, presentará formalmente hoy en la Ciudad de México una propuesta para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, como parte de su discurso en celebración del día de Independencia. La propuesta será presentada a la ONU a pesar de las recientes críticas de AMLO al organismo mundial y pedir su reforma.
“Eso es lo que proponemos con la guerra de Ucrania, que se busque la paz, porque el trabajo para evitar esa guerra no se hizo, ni por los líderes de las potencias ni por la ONU (…). Cinco años para que los gobiernos se ocupen de atender las necesidades del pueblo”, declaró.
Su propuesta crearía un comité de mediación que facilitaría las conversaciones de paz directas entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el ucraniano, Volodymyr Zelensky, y estaría moderado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el primer ministro indio, Narendra Modi, y el Papa Francisco. López Obrador pide lograr “una tregua de al menos cinco años”.
Es bastante probable que la propuesta del presidente sea ignorada, ya que los recientes éxitos en el campo de batalla ucraniano han reducido la probabilidad de una paz mediada. AMLO seguramente seguirá apoyando su plan y la neutralidad de México para aplacar a los miembros afines a Rusia dentro de su partido. Además, es posible que utilice sus repetidos intentos de mediación para impulsar las credenciales de su partido en materia de política exterior y distraer la atención de las controversias internas a medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2024.
La posición de México ante la invasión rusa es especialmente importante, ya que actualmente es uno de los diez miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Sin embargo, la respuesta de México ha sido mixta. Desde el principio, el presidente López Obrador declaró que México se mantendría neutral en el conflicto. No obstante, se apresuró a criticar a Estados Unidos por proporcionar ayuda a Ucrania mientras permitía que las inversiones en México y Centroamérica se estancaran por cuestiones burocráticas.
AMLO se negó a imponer sanciones a Rusia y condenó al Parlamento Europeo por el envío de armas a Kiev. El gobierno mexicano anunció que no enviaría armas a Ucrania, después de que las autoridades ucranianas pidieran ayuda militar al Senado del país.
En junio, Obrador afirmó que la política de la OTAN de suministrar armas a Ucrania era inmoral y reiteró sus afirmaciones de que la guerra podría haberse evitado. En adición, seis miembros del partido MORENA de Obrador en la Cámara de Diputados de México crearon un Grupo de Amistad México-Rusia junto con miembros del Partido del Trabajo y del PRI. Aunque México condenó la invasión en febrero, Obrador no se ha sumado a las sanciones internacionales contra Rusia.
Por otra parte, y fiel a la ambivalencia característica de AMLO, México ha desempeñado un papel proactivo en las Naciones Unidas, uniéndose a otras naciones en la condena de la invasión rusa. La Asamblea General de la ONU aprobó por abrumadora mayoría una resolución, propuesta por Francia y México, en la que se culpa a Rusia de la crisis humanitaria en Ucrania y se insta a un alto el fuego inmediato y a la protección de millones de civiles.
Los siguientes días verán si la propuesta de AMLO tiene contenido y resonancia importante, o si solamente cumple un rol estratégico en la campaña política del presidente.