El filántropo y fundador de Microsoft, Bill Gates, ha anunciado este martes su divorcio de la también empresaria Melinda Gates tras 27 años de matrimonio. La pareja ha explicado en un comunicado común publicado en Twitter que, después de esas casi tres décadas de relación y trabajo conjunto, ha tomado la decisión de romper su matrimonio, fruto del cual tiene tres hijos, pero seguirán trabajando conjuntamente en la fundación creada por ambos. “Creemos que no podemos crecer más como pareja en esta nueva fase de nuestras vidas”, han explicado. Los Gates piden también que se respete su privacidad y la de su familia “ahora que comenzamos a navegar por esta nueva vida”.
La expareja se conoció en 1987, cuando Melinda se incorporó a Microsoft y comenzaron su noviazgo. “La conocí en una reunión de ventas en la ciudad de Nueva York”, narró Bill Gates en una oportunidad a la CBS. “Y luego, solo una semana después de eso, me acerqué a ella en el estacionamiento y le pregunté si quería salir”, agregó el multimillonario, entonces dueño de la empresa.
Casi siete años después de esa primera cita, el 1 de enero de 1994, se casaron en la isla hawaiana de Lanai. En una entrevista con The Sunday Times en 2019, Melinda comentó que cuando Bill estaba sopesando la idea del matrimonio, “fue increíblemente claro que no se trataba de mí, se trataba de ‘¿Puedo lograr el equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida familiar?’“, comentó la empresaria al periódico británico en una conversación a raíz de su libro The Moment of Lift: How Empowering Women Changes the World (El momento del impulso: cómo el empoderamiento de las mujeres cambia el mundo).
De estos años de matrimonio nacieron Phoebe Adele, de 18 años; Rory John, de 21; y Jennifer Katharine, de 25. La hija mayor del matrimonio, graduada en Stanford, estudiante de Medicina y amazona, está comprometida con el también jinete Nayel Nassar. “Hemos criado a tres niños increíbles y construido una fundación que funciona en todo el mundo para permitir que las personas lleven vidas saludables y productivas”, apuntaron los padres en el comunicado.
La ruptura de una pareja multimillonaria y con tentáculos en tantos ámbitos supone un terremoto para el mundo de la filantropía y los negocios, que han intentado controlar rápidamente aclarando en el comunicado que van a seguir trabajando juntos en su fundación. “Continuamos compartiendo nuestra creencia en esa misión”, agregaron en el mensaje compartido por decenas de miles de personas en Twitter en menos de una hora desde su publicación.
El año pasado celebraron el 20 aniversario de su fundación, una de las mayores empresas de filantropía global. Bill Gates, de 65 años, y Melinda, de 56, la crearon porque, según sus palabras, querían donar la mayor parte de la riqueza generada con Microsoft “y ponerla al servicio de mejorar la vida de las personas”. Sin embargo, según The New York Times, gran parte de la fortuna que amasó Gates con la compañía tecnológica no ha sido donada a la fundación y el destino de ese dineral es uno de los interrogantes que deja la separación. Bill Gates posee de un patrimonio valorado en cerca de 124.000 millones de dólares, según Forbes. Esto lo convierte en una de las personas más ricas del planeta.
La visión que comparten ambos empresarios consiste en que la filantropía funciona como palanca de cambio. Sus batallas principales fueron mejorar la salud en todo el mundo y fortalecer el sistema de educación pública en los Estados Unidos. “La enfermedad es tanto síntoma como causa de desigualdad, mientras que la educación pública es un motor de igualdad”, dijeron tras dos décadas de trabajo en las que invirtieron 53.800 millones de dólares. En 2005, ambos fueron nombrados “Persona del año”.
Hace poco más de un año, también a través de Twitter, otro multimillonario anunciaba su divorcio: Jeff Bezos, el fundador de Amazon y el hombre más rico del mundo, comunicó que se separaba de su esposa, la confundadora de la exitosa compañía y filántropa, MacKenzie Scott.
Desde que estalló la pandemia, la hasta ahora pareja todopoderosa ha tenido un papel destacado en las ayudas para enfrentar la crisis del coronavirus. Su fundación ha donado 1.750 millones de dólares en investigación y suministros médicos contra el virus. A lo largo de los años, la influencia del matrimonio ha sido cada vez mayor, permitiéndoles acceder a las esferas del poder político, económico y de las organizaciones sin ánimos de lucro. Una de las banderas de Bill Gates ha sido la lucha contra el calentamiento global. Este año lanzó ‘Cómo evitar un desastre climático’ (Plaza & Janés). En sus entrevistas a raíz de la publicación, estimaba que para el verano las cosas iban a volver a ser como antes.