El Senado de Estados Unidos ha confirmado a Ken Salazar como embajador en México. La asignación de Salazar llega en un momento en el que la relación bilateral entre México y Estados Unidos se intensifica para atender asuntos como la seguridad fronteriza y la migración.
El exsenador de Colorado llegará a Ciudad de México tras la visita de una delegación de altos funcionarios estadounidenses que han planteado un viaje del presidente Joe Biden a México para septiembre, según ha revelado durante la mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Salazar, de 66 años, es un político demócrata que trabajó como secretario de Interior durante la primera etapa del Gobierno de Barack Obama. También ha sido fiscal y fue el primer senador latino de Colorado.
Abogado de profesión, Salazar es hispanohablante y descendiente de españoles establecidos en México en el siglo XVI. Su cercanía a Biden se estrechó en el 2005 cuando ambos trabajaban en la Cámara Alta del Congreso estadounidense, lo que le ha colocado como uno de sus hombres de confianza también desde su llegada a la Casa Blanca.
El nuevo embajador de México tendrá pendiente en su agenda abordar la inmigración irregular hacia Estados Unidos, que en los últimos meses ha alcanzado cifras récord.
El interés de Washington para resolver la situación en la frontera se ha intensificado en las últimas semanas desde la visita de la vicepresidenta, Kamala Harris, a México en junio pasado. Harris ha señalado que su país cuenta con México para moderar el tránsito de personas y se ha comprometido a cambiar algunas duras medidas implementadas por el expresidente Donald Trump.
Entre las estrategias que Estados Unidos tiene planeadas está al apoyo económico a los países del Triángulo Norte de Centroamérica –Guatemala, El Salvador y Honduras– para disminuir la pobreza y la violencia en la región.
Como representante diplomático en Ciudad de México, Salazar también será una pieza fundamental de la Administración de Biden para abordar las estrategias para disminuir la violencia del narcotráfico.
Esta mañana, la Casa Blanca ha confirmado que la comitiva estadounidense que viajó a México trató el tema con la diplomacia mexicana y se reunió con el fiscal general, Alejandro Gertz Manero. “Hubo una oportunidad de discutir prioridades económicas y de seguridad, como la competitividad, la frontera compartida, la recuperación tras la pandemia de covid-19, cooperación en seguridad y el desarrollo del sureste de México y Centroamérica”, dice un comunicado de la Casa Blanca.
En las próximas semanas, Salazar asumirá su nuevo encargo y será parte de los encuentros de alto nivel sobre economía, relacionados con el acuerdo comercial T-MEC, y seguridad en el que se definirá el rumbo de la Iniciativa Mérida –que financia estrategias de seguridad en México desde el Gobierno de George W. Bush– y que el canciller, Marcelo Ebrard, ha dado por muerta.
Salazar será el quinto embajador estadounidense en México con sangre hispana. Lo anteceden Julián Nava (hijo de inmigrantes mexicanos), John Gavin (de madre sonorense), Tony Garza (nieto de inmigrantes mexicanos), y Carlos Pascual (nacido en Cuba).