La economía mexicana tiene un pronóstico reservado este año. El Banco de México advierte sin cortapisas en su más reciente reporte trimestral que la actividad económica del país atraviesa por un periodo de “marcada debilidad”. Frente a ello, el banco central ha realizado, por tercera vez consecutiva, un ajuste a la baja en sus previsiones sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2024 y de 2025. La institución prevé que este año el PIB en México crezca solo 1,5%, lejos del 2,4% estimado en su reporte anterior. El recorte se explica por un menor dinamismo, sorprendentemente más bajo durante el segundo trimestre de este año. Las cifras oficiales dadas a conocer por el Inegi dan cuenta de un crecimiento en la actividad económica mexicana de abril a junio pasado fue de 0,2%, respecto al trimestre previo.
En el informe, publicado este miércoles, el Banco de México advierte de que la inversión privada registra un menor dinamismo y podría seguir a la baja, dado el entorno de incertidumbre que persiste tanto por factores internos y externos. “La demanda externa seguiría mostrando una baja contribución al crecimiento en México durante 2024, ante la expectativa de que persista la debilidad en el sector manufacturero en Estados Unidos”, refiere el banco central por escrito.
Un menor crecimiento de la economía estadounidense, la incertidumbre derivada de los procesos electorales en el mundo; los diversos conflictos geopolíticos, un menor gasto público y que se materialicen episodios de volatilidad en los mercados son algunos de los riesgos que pueden menguar el alza del PIB en México, de acuerdo con el Banco central. Por el contrario, el PIB del país podría crecer si el gasto público se eleva, si Estados Unidos tiene un mejor desempeño económico, o por un incremento en la inversión derivada de la relocalización de empresas extranjeras.
El pronóstico del Banco de México sobre el PIB de 2025 también sufrió un recorte. De acuerdo con los cálculos del banco central, la economía nacional solo crecerá 1,2% el siguiente año, tres décimas menos respecto al 1,5% calculado en el informe previo. El informe del banco central tiene como telón de fondo, una inflación que persiste y la más reciente depreciación del peso frente al dólar y la caída de la Bolsa Mexicana de Valores ante el nerviosismo financiero ante el avance de la reforma al Poder Judicial en la Cámara de Diputados.
La inflación en México, desde la óptica del banco central, tampoco es alentadora. La Junta de Gobierno del Banco de México estima que la escalada de precios será de 4,4% a tasa anual, un alza respecto a su previsión pasada del 4%. Pese a que la inflación en México no cede y llegó a 5,1% en la primera quincena de agosto, el banco central decidió en su última reunión de política monetaria la reducción en 25 puntos base la tasa de referencia, para situarla en 10,75%.
En la presentación del informe, la gobernadora del banco central, Victoria Rodríguez Ceja, explicó que las presiones al alza sobre la inflación general han sido exclusivamente por choques del componente no subyacente y que no cree que el choque sea duradero. Por lo anterior, prevé que el entorno inflacionario permitirá seguir discutiendo recortes a la tasa de referencia.
Los principales riesgos para la inflación se relacionan con una mayor inflación subyacente –que considera energéticos y agropecuarios— ante una depreciación de la moneda nacional, así como un alza en los precios al consumidor. Pese a los posibles desafíos en el horizonte en materia de precios, la institución prevé que la meta del 3% en inflación se consiga en el último trimestre de 2025.
El recorte del Banco de México va en línea con la rebaja que hizo hace unas semanas la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) al ajustar su previsión de la economía mexicana del 2,5% a solo 1,9%. A contracorriente de estos pronósticos, la Secretaría de Hacienda mantiene el optimismo sobre el desempeño económico y perfila un alza de 2,5 a 3,5 del PIB en 2024 y de 2% a 3% en 2025.