El Gobierno de México busca aprovechar la tendencia de global del nearshoring, la relocalización de plantas y fábricas que forman parte de cadenas de valor globales a puntos geográficos más cercanos a su casa matriz. Empresas norteamericanas que padecieron disrupciones en sus plantas en Asia por la pandemia comienzan a buscar lugares más cercanos a sus centrales para reubicar estas plantas, lo que pudiera beneficiar a México por su cercanía con Estados Unidos.
“La estrategia consiste en visualizarlos y saber que ahí hay un potencial, entonces trabajar para, no solamente reforzar esos flujos que ya existen, sino hablar con las empresas y darles la seguridad de que aquí es una inversión de largo plazo la que pueden tener”, dijo el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, en una conferencia el jueves organizada por la Americas Society Council of the Americas (ASCOA). “El tratado de libre comercio nos da una muy buena base porque nos da la certidumbre del acceso al mercado más grande del mundo”, agregó.
La invasión rusa en Ucrania se ha convertido en una segunda razón por la que empresas buscan reubicar sus plantas en mercados emergentes en donde la mano de obra sea de bajo costo, pero los riesgos de disrupciones sean menores. La secretaria del Tesoro de EE UU, Janet Yellen, dijo en declaraciones recientes que el nuevo comercio y producción global debe ser entre “socios de confianza”, aludiendo a las sanciones y presiones económicas en contra de Rusia, en donde empresas globales tienen operaciones.
México exporta el equivalente al 39% de su producto interno bruto (PIB), señaló Ramírez de la O. Además de acercarse con empresas para atraer nuevas cadenas de valor, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador adquirió 10 parques industriales en el sureste del país, los cuales planea conectar a vías principales a través de carreteras y ferrocarriles, para atraer nueva inversión.
“La infraestructura física la tiene que poner el Estado y después vienen los grandes proyectos”, aseguró Ramírez de la O, “y en los grandes proyectos estamos hablando con cada empresa que tiene un proyecto importante y que tiene necesidades específicas y vamos a tratar de responder positivamente dentro de nuestro marco normativo y fiscal a las necesidades que tenemos que dar incentivos”.
Los recursos para financiar los proyectos diseñados para impulsar la economía provienen, dijo el secretario, del presupuesto, de la banca del desarrollo y de crédito con organismos multilaterales. El funcionario aseguró que la meta del Gobierno es mantener sus emisiones de bonos en el mercado internacional a títulos que equivalen al 2,7% del PIB, lo cual está en línea con su mandato de mantener el nivel del deuda a un máximo del 50% del PIB. La estabilidad macroeconómica es también parte de una estrategia de crecimiento económico del país, aseguró Ramírez de la O.
Además, anunció, que el presidente ofreció al sector financiero mexicano mantener las mismas reglas “salvo en las cosas en que tengamos oportunidad de desregular y bajar costos de infraestructura regulatoria para las entidades financieras”.