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Encubrimiento, negligencia, abuso: el feminicidio de Ariadna Fernanda López es una muestra más de la nefasta seguridad para las mujeres

El pasado 30 de octubre del 2022, Ariadna Fernanda López Diaz de 27 años fue vista por última vez en un restaurante en el centro de Ciudad de México. Sin embargo, la joven sufrió la peor pesadilla que le puede suceder a una mujer luego de una velada, pues su cuerpo fue encontrado en una carretera a 53km del centro de Ciudad de México después de pedir un taxi. La familia, al no poder contactarla durante 2 días, la reportó como desaparecida el martes 1 de noviembre. La familia informó que lo último que sabían de la joven madre de un menor era que el domingo a las 9pm se había subido a un taxi, pero nunca supieron si había llegado a su destino.  Su cuerpo fue hallado por unos ciclistas que iban en el tramo de la autopista de La Pera- Cuautla el 31 de octubre, y el 2 de noviembre la autopsia ayudó a que la familia de Ariadna pudiera reconocerlo.

Este evento es probablemente el más traumático que le puede ocurrir a una persona, a una familia y en especial a una mujer, la mayoría de las mujeres viven con la constante preocupación de que algo parecido les suceda luego de una noche de fiesta. Y, a pesar de que la familia ya está sufriendo las horribles secuelas que deja la muerte de un familiar debido a un feminicidio, su muerte se ha convertido tristemente en un debate político. Debido a que el cuerpo fue hallado en Morelos, no en Ciudad de México, las investigaciones sobre su muerte fueron llevadas a cabo por la fiscalía de Morelos, la cual dijo que la causa de muerte de la joven fue una broncoaspiración. El fiscal le comunicó a la prensa que la joven no tenía signos de violencia en su cuerpo, e incluso afirmó que “hasta este momento lo que nosotros tenemos corroborado jurídicamente y científicamente es que la causa de muerte de Ariadna es por una grave intoxicación alcohólica y una consecuente broncoaspiración”.

Sin embargo, la fiscal de Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó a la prensa que luego de una segunda autopsia, su equipo determinó que la joven murió por un ‘trauma múltiple mortal’. La fiscal Godoy afirmó que “son lesiones por golpes que llevaron a que ella perdiera la vida”, contradiciendo el análisis forense que se había realizado días antes en Morelos. La fiscal y su equipo, tras la revelación de un posible feminicidio, continuaron con el proceso de investigación para traer justicia a Ariadna y su familia. El domingo 6 de noviembre, la fiscal encontró la posible participación de dos personas en el feminicidio: Rautel “N” y Vanessa “N”, las cuales ya han sido detenidas y están en prisión preventiva mientras se recogen más pruebas y se clarifica la situación.

La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, expresó su preocupación de que el fiscal de Morelos estuviera encubriendo el feminicidio de Ariadna, pues la mandataria evidenció la existencia de una presunta relación entre Rautel “N” y el Fiscal General de Justicia de Morelos, y reveló los videos en los que se ve a Rautel cargando a una mujer inconsciente dentro de un estacionamiento. La jefa publicó a través de la red social de Twitter: “Hoy acusé de encubrimiento al Fiscal General de Justicia de Morelos en el caso del presunto feminicidio de la joven Ariadna. Nuestro compromiso siempre estará del lado de las víctimas y de la justicia.”

El feminicidio ha sido un fenómeno que ha aterrorizado a las mujeres en todas partes del mundo, pero en México es un problema que se está saliendo de las manos. Hace solo 10 años el gobierno mexicano implementó los crímenes de género en el marco legal, pero los datos obtenidos por la Secretaría de Seguridad Ciudadana evidencia que el número de feminicidios ha aumentado de manera significativa. Entre el 2015 y el 2021 se reportaron 5,492 mujeres asesinadas, y la tasa anual de feminicidios en México aumentó un 134% comparado con el del período de 1990-2015.

El feminicidio tiende a estar vinculado a patrones como el de ser víctima de violencia de pareja, pero las Procuradurías y Fiscalías solo han juzgado como feminicidios a 1 de cada 5 asesinatos de mujeres, generando preocupaciones sobre la justicia de estas muertes. Tanto la falta de unificación como los vacíos legales han sido obstáculos cuando se trata de determinar la sentencia adecuada para los culpables de estos actos violentos e ilícitos. El caso de Ariadna, de no haber ocurrido la segunda autopsia, podría haber sido otra muerte añadida a la lista de ‘las muertes que no se ven’, las que la justicia nunca investiga, y las que son dejadas a la deriva.