El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, renovó su advertencia al presidente Vladimir Putin de que sería un “error increíblemente grave” utilizar un arma nuclear táctica en Ucrania, lo que refleja la preocupación cada vez más urgente en Washington y entre los países occidentales aliados de que Rusia pueda estar buscando un pretexto para desencadenar tal arma.
Biden afirmó el martes que aún no estaba seguro de si Rusia estaba tratando de montar una “operación de falsa bandera” en la que detonaría una bomba sucia y culparía a los ucranianos. Una bomba sucia no es un arma nuclear, sino un dispositivo improvisado que utiliza explosivos convencionales para esparcir material radiactivo.
Sin embargo, de los comentarios de Biden se desprende claramente que está mucho menos preocupado por una bomba sucia que por la posibilidad de que un conjunto de incidentes pueda dar lugar a que Rusia detone un arma nuclear en el campo de batalla, la primera que se utilizaría en un conflicto desde que Estados Unidos lanzó armas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.
“Permítanme afirmar: Rusia cometería un error increíblemente grave si utilizara un arma nuclear táctica”, afirmó Biden en respuesta a la pregunta de un periodista sobre si Rusia estaba preparando una bomba sucia. “No le garantizo que sea una operación de falsa bandera todavía, no lo sé, pero sería un error muy, muy grave”.
Los comentarios de Biden, y un complejo intercambio de acusaciones entre Rusia y Ucrania, fueron la última demostración de lo elevadas que están siendo las tensiones en un momento en que Rusia está perdiendo terreno y no ve el camino para controlar vastas zonas de las cuatro provincias que recientemente se anexionó.
Es parte de lo que los funcionarios estadounidenses han llamado una paradoja ineludible del conflicto: Aunque Estados Unidos y sus aliados de la OTAN están comprometidos a ayudar a Ucrania a expulsar a Rusia de su territorio, cuanto más éxito tengan los ucranianos, mayor será el riesgo de que Rusia rompa el tabú no escrito de no emplear armas nucleares.
Los altos mandos militares rusos comenzaron la serie de acusaciones sobre bombas sucias durante el fin de semana, advirtiendo a sus homólogos estadounidenses, el secretario de Defensa Lloyd J. Austin III y el general Mark A. Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, que Ucrania estaba planeando detonar un ataque radiológico en suelo ucraniano. No ofrecieron ninguna prueba.
Apenas unas horas antes de que Biden hablara en la Casa Blanca, Ucrania respondió, acusando a los rusos de estar construyendo secretamente bombas sucias en la mayor central nuclear de Europa, que ahora ocupan las tropas rusas.
Los funcionarios de inteligencia estadounidenses están divididos sobre las intenciones de Rusia. Algunos creen que las repetidas amenazas de utilizar armas nucleares son un farol; otros afirman que forman parte de una doctrina militar rusa llamada “escalar para desescalar”, en la que se hace estallar un pequeño dispositivo nuclear para advertir a los adversarios que se mantengan alejados.