Los juicios políticos y los ministros se han convertido en cartuchos en la batalla que enfrentan Morena y la oposición en pleno proceso electoral. El partido gobernante ha dado el primer golpe la semana pasada dando su respaldo a Arturo Zaldívar, ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en el anuncio de la cascada de recursos legales que alista interponer contra su sucesora Norma Piña.
La oposición ha ido más allá de la amenaza. Este jueves senadores y diputados federales de los PAN y PRI han accionado la solicitud formal de juicio político contra Zaldívar, que ha sido entregada y ratificada ante la Cámara de Diputados.
Presuntas presiones sobre jueces y magistrados para emitir sentencias que favorecieron al Gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, fundamentan parte del expediente que los legisladores entregaron a la secretaría general del órgano legislativo. El proceso del juicio político es largo. A escasos cinco días de que concluya el periodo ordinario de sesiones, el 30 de abril, parece complicado que se le pueda dar trámite, aunque de inicio el golpe está dado. Los panistas Kenia López y Alejandra Reynoso; así como los priistas Manuel Añorve, Claudia Anaya y Ángel García han sido los encargados de ratificar la solicitud.
Han pedido al Legislativo que inicie el proceso de inmediato para sancionar con la inhabilitación del ministro en retiro hasta por 20 años. El expresidente de la Corte ahora integra el equipo más cercano de Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial de Morena. En plena colisión, Zaldívar ha hecho el amago de presentar denuncias penales ante la Fiscalía contra Piña, quejas ante el Instituto Nacional Electoral (INE), denuncias ante la propia Suprema Corte y una demanda de juicio político ante el Congreso. La amenaza, por el momento, solo ha quedado en eso.
La investigación que la SCJN inició contra su expresidente por el mismo supuesto ilícito que le ha válido una solicitud de juicio político, detonó el conflicto entre ambos impartidores de justicia. La presunta presión a jueces y magistrados para fallar a favor del Gobierno en turno. Mientras, Zaldívar señala a Piña no sólo de estar detrás de la elaboración y filtración del expediente en su contra, sino de haberse metido a la elección para promover el voto a favor de Xóchitl Gálvez, la candidata presidencial de la coalición opositora del PAN, PRI y PRD, Fuerza y Corazón por México.
Las declaraciones de López Obrador en su conferencia matutina en las que deslizó que el ministro en retiro le ayudó con algunas resoluciones, han sido usadas por los opositores para fundamentar su argumento. “Cuando se daban estos hechos y estaba Zaldívar se hablaba con él y él podía, respetuoso de las autonomías de los jueces pero pensando en el interés general, pensando en la justicia, en proteger a los ciudadanos ante el crimen, hablaba con el juez y le decía ‘cuidado con esto’”, dijo el presidente en febrero pasado.
Los legisladores han defendido a la presidenta de la Corte con la que el presidente mexicano ha manifestado animadversión en distintos momentos, sobre todo cuando los ministros han tirado legislaciones como la reforma electoral, o la eléctrica. “Lo que ellos traen contra la ministra presidenta [Norma Piña] es rabia, porque es una mujer decente que ha sabido salvaguardar con dignidad la división de poderes, cosa que no hizo Zaldívar, al desechar su cargo como ministro e irse de porrista de la candidata oficialista”, dijo la senadora priista Claudia Ayala.