La caída en los precios del petróleo, menores ingresos y un deterioro en activos fijos provocaron un descenso en la utilidad de Petróleos Mexicanos (Pemex) al primer trimestre de 2023. La paraestatal obtuvo una utilidad de solo 56.735 millones de pesos de enero a marzo, un 53,6% menos que la utilidad lograda en el mismo periodo de 2022, cuando superó los 122.000 millones de pesos. En un año, el precio de la mezcla mexicana disminuyó 28% al pasar de 91 dólares a 65 dólares, impactando también los ingresos de la paraestatal: de enero a marzo se contabilizaron 418.000 millones de pesos, un descenso en comparación con los más de 500.000 millones de pesos del mismo periodo del año pasado, de acuerdo con su reporte financiero publicado este miércoles en la Bolsa Mexicana de Valores.
Contrario a los años previos, en el arranque de 2023, el Gobierno de López Obrador ha reducido su apoyo incondicional a la petrolera. Para este año, la Administración federal no presupuestó apoyos directos a Pemex, una decisión que la paraestatal admite en su reporte bursátil enviado a la Bolsa Mexicana de Valores y deja abierta la posibilidad de que dichos apoyos adicionales no estén disponible para el resto del año. “El Gobierno Federal no realizó aportaciones de patrimonio a la emisora en el primer trimestre de 2023 para apoyar las obligaciones de servicio de la deuda. Dado que el Gobierno Federal no está obligado, legal o contractualmente, a hacer dichas aportaciones de patrimonio a Pemex, o ayudar a pagar la deuda, puede dejar de proporcionar ese apoyo en cualquier momento”, refiere la empresa en el documento.
La petrolera advierte de que para desarrollar sus reservas de hidrocarburos y amortizar los vencimientos programados de su deuda requerirá de distintas fuentes de financiamiento. Al 31 de marzo, el monto total de su deuda ascendió a 107.387 millones de dólares. Solo este año, la empresa debía cubrir unos 8.500 millones de dólares en vencimientos de deuda, de los cuales ya saldó una parte, pero aún debe encarar el pago de alrededor de 4.000 millones. “Para cumplir con las obligaciones de pago de su deuda y obtener recursos para sus inversiones, Pemex ha recurrido y podría seguir recurriendo a una combinación de flujos de efectivo provenientes de sus operaciones, disposiciones de las líneas de crédito disponibles y, en su caso, endeudamiento adicional, incluyendo el refinanciamiento de la deuda; así como otros mecanismos no constitutivos de deuda pública”, precisa la compañía.
Mientras que en años previos el Gobierno desembolsó más de 35.000 millones de dólares en apoyos directos a la paraestatal, este año la Secretaría de Haciendo no consideró más inyecciones de capital a la Petrolera. El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, declaró esta semana a Bloomberg que el Gobierno no contempla otorgar a Pemex este año una inyección de capital para ayudar a pagar su deuda.
No obstante, la Administración de López Obrador sigue respaldando a la compañía de otras formas, por ejemplo, mediante el aplazamiento en el pago del Derecho de Utilidad Compartida (DUC). El director de Finanzas interino de la compañía, Carlos Cortez, reconoció en la llamada con inversionistas este miércoles que el aplazamiento de impuestos ha estado vigente “desde hace algunos meses” y están en negociaciones para extender esta prerrogativa a 2024.
Aunque esto supone un balón de oxígeno para las finanzas de la empresa, Luis Miguel Labardini, socio de la consultoría energética, Marcos y Asociados, explica que es una medida muy limitada que solo resuelve una parte del problema en el corto plazo. “El Gobierno federal nunca va a dejar que Pemex entre en moratoria sobre su deuda financiera, el problema es que este año no es un apoyo incondicional y no es un apoyo que se haya presupuestado como sí ocurrió en otros años”, dice.
Para el especialista, este 2023 será un año particularmente difícil para la petrolera. “Pemex necesita un apoyo más decidido por parte del Gobierno federal y el Gobierno federal está, de alguna forma, regateando el apoyo porque ellos también han visto reducido su margen de actuación por limitantes en el presupuesto”, zanja.