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La indiscutible rivalidad entre México y Argentina

No es nueva noticia el tipo de “rivalidad” que existe entre México y Argentina, y cómo ésta se vuelve evidente cuando hay un partido de fútbol de por medio.

Durante la celebración de la Copa del Mundo en Qatar, se vivió de nuevo uno de los episodios de nacionalismo experimentados por dos de los países más grandes de Latinoamérica. No es nueva noticia el tipo de “rivalidad” que existe entre México y  Argentina, y cómo ésta se vuelve evidente cuando hay un partido de fútbol de por medio. 

En términos históricos, un clásico de fútbol entre Inglaterra y Argentina tendría el mismo sentido, que uno entre México y Estados Unidos, sin embargo, la ausencia de un conflicto bélico o de conquista entre México y Argentina hace de esta enemistad una curiosidad digna de analizar. No existe un antepasado histórico que logre indicar una razón concreta sobre el origen de la xenofobia entre estas dos potencias latinoamericanas. 

Según datos de Goleo, de 36 partidos que se han celebrado entre ambas selecciones, han habido 19 triunfos para Argentina, 13 empates, y 4 triunfos para México, por lo que muy lógicamente podríamos concluir que el Tricolor no es un rival para la Albiceleste. Sin embargo, la hinchada argentina parece particularmente interesada en este triunfo específico, en un partido al que las redes sociales han denominado “El Clásico de la Xenofobia”, y basta con ver el contenido compartido días previos al último partido, para darse cuenta del nivel de racismo, odio y xenofobia al que ambos países acuden. 

“Ambos países usan argumentos e insultos que son dolorosos para la memoria colectiva del contrario.”

Del lado argentino, los insultos hacia México involucraron recordatorios a su “mediocre” fútbol, su fallida guerra contra Texas en 1836, el muro de Trump, y hasta las muertes ocasionadas por el narcotráfico. Por otro lado, los insultos mexicanos se refirieron principalmente a la inflación argentina que actualmente toca máximos del 100%, su fallida guerra contra Reino Unido en busca de recuperar las Islas Malvinas, y el constante flujo de migrantes argentinos que llegan a México en busca de mejores oportunidades, y que encuentran trabajo principalmente en el sector restaurantero. 

Ambos países usan argumentos e insultos que son dolorosos para la memoria colectiva del contrario. La Guerra de las Malvinas es un asunto muy delicado para la población argentina por ser un conflicto bélico relativamente reciente, al haber concluido en 1982. El país suramericano perdió parte de su territorio ante una nación europea en lo que sería una de sus guerras más sangrientas. Por el contrario, los insultos relacionados con el narcotráfico de México se sienten en la sangre de la población azteca por ser un asunto que sigue vigente en el país, y un conflicto interno que ha cobrado la vida de más de 350,000 personas hasta ahora. 

¿Por qué dos países sin un pasado histórico, sin compartir una frontera, y tan alejados que literalmente tocan los extremos geográficos de la región latinoamericana, experimentan este nivel de odio cuando hay fútbol de por medio? Según la Encuesta Mundial de Valores (WVS por sus siglas en inglés), en Latinoamérica, México y Argentina clasificaron en primer y segundo lugar en nacionalismo, respectivamente. 

Los conflictos políticos, económicos y sociales a los cuales se enfrentó Argentina durante el siglo XX fortalecieron los lazos de la población con la bandera albiceleste. A pesar de ser una población nacida de éxodos provenientes de Europa durante el siglo XX, la población en el país suramericano no tardó en identificarse como argentina, principalmente con la ayuda de conflictos internos, pérdidas territoriales injustas, y la misma selección de fútbol. Por ejemplo, la pérdida de parte del territorio nacional durante La Guerra de las Malvinas dejó una herida en la memoria colectiva de la nación que asentó el dolor nacional, transformándolo en orgullo, y reconocimiento propio. La misma selección de fútbol fue un factor crucial en el nacimiento y crecimiento del nacionalismo argentino pues sus triunfos a nivel regional y global han fortalecido el amor por el fútbol, y por el mismo país al que representan. A pesar de que durante el siglo XX y XXI, Argentina ha experimentado dictaduras militares, devaluaciones, inflación, y un largo etcétera, su población encuentra cobijo bajo un manto albiceleste que le ayuda a sobrellevar conflictos internos y a encontrar felicidad y unión donde predomina la preocupación económica y la desigualdad.

Por otro lado, el nacionalismo mexicano se desarrolló a partir de pérdidas consideradas injustas, y superadas por la persistencia colectiva. A mediados del siglo XIX, México experimentó la pérdida de más del 55% de su territorio a manos de Estados Unidos, en lo que se llamó La Intervención Estadounidense. Este conflicto bélico marcó un punto de inflexión en el desarrollo de la “mexicanidad”, pues la creación de un enemigo común fortaleció los lazos de una población bajo una misma bandera, cuando antes se veía severamente dividida por cuestiones geográficas y sociales. Durante el siglo XX y XXI, esta mexicanidad, fundada en un anti-americanismo, creció con el recordatorio colectivo de lo que existía en el territorio nacional antes de la conquista europea. La población mexicana abrazó su pasado prehispánico en el que encontró culturas ancestrales que fomentaron el orgullo mexicano y suprimieron el malinchismo. El nacionalismo mexicano repunta cuando un agente externo insulta la historia, cultura u orgullo nacional, y se nota una clara unidad intrasocial cuando esto sucede, tal como sucedió durante la campaña electoral del expresidente estadounidense Donald J. Trump, quien utilizó una retórica antagonista contra el país latinoamericano, calificando a los migrantes mexicanos como “violadores, narcotraficantes, y criminales”.

No cabe duda que el nacionalismo juega un papel crucial en la rivalidad que existe entre estos dos países. La identidad colectiva de ambas naciones se ha construido a base de intervenciones extranjeras, y pérdidas injustas. Tanto México como Argentina han contribuido a Latinoamérica en ámbitos de ciencia, arte, historia y gastronomía de maneras inmensurables, por lo que resulta casi imposible hacer una comparación. Es lamentable que algo tan banal como el fútbol tenga la influencia para crear un odio hacia una nación hermana, que presenta más similitudes que diferencias, y que en ningún punto de su historia se ha visto afectada por las acciones de la otra. Ambos países gozan (o sufren) de un chauvinismo ferviente que corre por la sangre de la misma población, y que no duda en defenderse cuando se siente atacado, pues su misma historia le dice que las agresiones extranjeras vienen con pérdidas. Tal vez sea este un punto en la historia para pensar en las similitudes de ambas naciones, en vez de enfatizar las diferencias.