La posverdad: el precio de la desinformación y de las noticias falsas

El término "noticias falsas" suele vincularse a publicaciones en redes sociales, pero en realidad son mucho más que artículos con títulos exagerados. ¿Existe realmente un mercado clandestino global de contenido ficticio?

La empresa japonesa de ciberseguridad Trend Micro publicó un estudio que indica la existencia de un sector productivo enfocado únicamente a la gestión de fake news y campañas de propaganda en línea. Mercados como el ruso, chino, de Oriente Medio y de habla inglesa se ocupan tanto de crear y distribuir contenido falso, como de eliminar y silenciar noticias reales. Si tienes algún objetivo en mente no importa el presupuesto que tengas disponible, como quien decide su próximo plato en una cafetería podrás elegir del menú el servicio que más se ajuste a tu plan. ¿Conoces los verdaderos valores de manipular la información? 

Si cuentas con 2600 dólares podrás crear un influencer y lograr más de 5 millones de seguidores en Instagram, con 200 mil 400 dólares puedes provocar e incitar a una protesta o, si solo dispones de 1000 dólares, tendrás que conformarte con difamar y desacreditar a ese periodista que tanto viene molestando e incomodando tus intereses. Según el estudio publicado como La máquina de noticias falsas: cómo los propagandistas abusan de Internet y manipulan al público, se necesitan solo tres elementos para que esto sea posible. 

Por un lado, contar con herramientas y servicios que te permitan manipular y difundir los mensajes. Estos dispositivos van desde lo simple, como interacciones en redes sociales y seguidores pagos, hasta elementos más inusuales como rellenar encuestas online u obligar a sitios de internet a eliminar contenido publicado. Para que estas herramientas den resultado, se precisa de las redes sociales como plataforma de difusión del contenido y propagandas. Se entiende que en la actualidad las personas las utilizan como medios para mantenerse actualizados, y por ello no se debe subestimar su rol en la difusión de noticias falsas. Por último, es fundamental entender la motivación de la propagación de fake news. Los objetivos pueden variar y van desde el deseo de lograr beneficios monetarios hasta manipular la opinión pública y encuestas. El éxito de estos mecanismos se apoya en cuánto influye en la vida real.

En el mercado chino, que se centra específicamente en su mercado local dadas las restricciones de acceso a plataformas extranjeras, por sólo 15 dólares podrás conseguir anuncios empaquetados disfrazados de editoriales o artículos periodísticos de 500 a 800 palabras; o monitorear la opinión pública en redes sociales y foros, tal como ofrece el Sistema de Influencia de la Opinión Pública de Boryou que promete inspeccionar 3100 sitios web y foros y publicar 20 publicaciones de comentarios por minuto, ya sea manual o automáticamente.

En el caso de Rusia los servicios son tan variados que tendrás la posibilidad de solicitar la redacción y difusión de notas de prensa en distintos canales de información hasta la manipulación de encuestas y servicios de votación. Según el informe publicado, la empresa 

Siguldin puede sortear cualquier control de seguridad, sea un captcha, SMS de confirmación o control de dirección IP, y alterar casi todos los sistemas de votación a través de Internet. Los valores varían según los métodos de validación de los votos, pero no te preocupes, pide la carta y con gusto te contarán la lista de precio. Tranquilo, podrás contar con un periodo de prueba para ver que todo funcione correctamente. 

Y no te olvides, si cuentas con unos pocos miles de dólares simplemente debes contactar a la empresa 118 T Negative News y eliminar todo aquel contenido que te incomode y quieras borrar de la red. Ten paciencia, entre uno y cinco días tendrás completada esta operación y tu problema estará resuelto. 

Desde hace años, la información se convirtió en una herramienta flexible y poderosa que ofrece cumplir distintos objetivos políticos y económicos. Existen mercados clandestinos que por una escasa suma de dinero pueden difundir noticias falsas y manipular la opinión pública. Una práctica tan simple y naturalizada que genera preocupación en los debates políticos, los periódicos y redes sociales. Hay quienes buscan aprovecharse de la ingenuidad humana y hacer de eso un negocio.