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La red ferroviaria de México y su remodelación

El primer ferrocarril en México llegó al territorio nacional durante el siglo XIX. De capital inglés, la primera línea ferroviaria en unir dos ciudades en el país recorría desde el Puerto de Veracruz hasta la Ciudad de México, y la construcción de sus vías (670 km) tardó aproximadamente cuatro décadas. En 1876 culminó su construcción, y comenzó el sueño del progreso ferroviario en el país latinoamericano, que se creía, pronto estaría a la altura de las potencias económicas del momento debido a este avance tecnológico. 

Posteriormente, Porfirio Díaz promueve agresivamente la construcción y el desarrollo de infraestructura ferroviaria por medio de concesiones a gobiernos estatales y a particulares mexicanos. Al concluir el primer periodo de Díaz en 1880, la red ferroviaria en México contaba con más de mil kilómetros de longitud de vías. Durante los años, y gobiernos siguientes a los del General Díaz, la red ferroviaria continuó creciendo, conectando los corredores más importantes del país y comunicando el extenso territorio mexicano. Hoy en día, existen más de 23 mil kilómetros de redes ferroviarias en el país. 

Durante la Revolución Mexicana que inició en el año 1910, la infraestructura para las locomotoras sufrió un fuerte deterioro. Desde el inicio de los levantamientos armados, los revolucionarios cortaron y destruyeron las vías férreas para así evitar la movilización de los ejércitos federales. Desde entonces, el progreso de infraestructura para locomotoras en México disminuyó considerablemente. 

Proyectos Actuales

Durante la actual administración presidencial de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se ha enfatizado en la implementación de infraestructura relacionada a los trenes de alta velocidad. Como uno de los más grandes proyectos de AMLO, el Tren Maya recorrerá cinco estados del sureste de la república a lo largo de más de 1,500 kilómetros, con la finalidad de “conectar el sur” y fomentar el desarrollo económico de estados que han sido poco explotados económicamente por administraciones anteriores. La construcción de este megaproyecto comenzó en 2018 y se tiene previsto que el primer tramo (de 7) esté concluido para operar en el año 2023.

Si bien una obra como el Tren Maya seguramente atraerá mayor capital a los estados del sureste mexicano, su impacto ambiental ha sido poco aceptado por varias instituciones pro-ambientalistas e intelectuales. Sin embargo, es importante recordar que casi siempre el desarrollo de infraestructura y el desarrollo ambiental presentan una relación mutuamente exclusiva. Es decir, pocas son las veces cuando ambos tipos de desarrollo pueden coexistir. 

Otro de los megaproyectos ferroviarios de la actual administración es el corredor transatlántico/transístmico en el sur del país. Este proyecto tiene como objetivo la conectividad del Océano Pacífico con el Golfo de México a través del Istmo de Tehuantepec, el punto más angosto del territorio mexicano. El corredor terrestre tendrá una longitud de 310 kilómetros y reducirá los viajes por el Canal de Panamá, en 10 días. 

Propuestas 

Hace unas semanas, Miguel Torruco Garza, diputado federal de Morena e hijo del actual secretario de Turismo, propuso una iniciativa en que busca la ampliación del sistema ferroviario de pasajeros, y que éste sea subsidiado por el gobierno federal. Dentro de su propuesta, describe que la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario sea la indicada para fijar los “techos” de las tarifas. 

El plan de Torruco Garza es hacer un tren mixto similar al plan contemplado para el Tren Maya. Según el diputado de Morena, tanto el transporte de carga como el de pasajeros es fundamental para el desarrollo correcto del país. Su objetivo principal es la máxima conectividad del territorio mexicano para el año 2050, así como una significante disminución en la contaminación generada por los tipos de transporte actuales.

El siguiente mapa propuesto por Torruco Garza es una representación estimada de lo que sería la red ferroviaria que él propone a lo largo del territorio nacional. Afortunadamente, gran parte de las vías ferroviarias propuestas ya existen, o ya están en construcción.

Debido a cuestiones geográficas y económicas los trenes de pasajeros no se han desarrollado en el continente americano como ha sucedido en otras regiones. Las inversiones necesarias para la creación de un tren de alta velocidad son muy altas, y sus retornos muy bajos, lo que resulta en una inversión muy poco atractiva para particulares. En Europa, por ejemplo, los gobiernos locales subsidian el transporte ferroviario con la finalidad de conectar distintos puntos del continente. 

Como se puede apreciar en la imagen superior, la red ferroviaria propuesta por el diputado toca por lo menos un punto en cada uno de los 32 estados de la República. Su ejecución traería una inversión masiva al país y una conectividad nunca antes vista en México. Una conexión entre las ciudades más importantes es crucial para el desarrollo económico de un país. Realizar esta conectividad con un transporte ferroviario también reduciría los niveles de contaminación ocasionados por transportes de combustibles fósiles. En conclusión, la ejecución de un plan como el propuesto por Torruco Garza sería benéfico en múltiples maneras, y para todos los mexicanos.