Andrés Manuel López Obrador ha elogiado este jueves a dos de los mayores exponentes del PRI más tradicional, el expresidente Enrique Peña Nieto y el gobernador saliente del Estado de México, Alfredo del Mazo. López Obrador ha dicho que ambos políticos —que son primos hermanos y descienden de la realeza priista mexiquense, el llamado Grupo Atlacomulco— son unos demócratas en toda regla. El mandatario ha dedicado palabras de gratitud a los dos durante la ceremonia de transmisión del poder de Del Mazo a la gobernadora entrante, Delfina Gómez, de Morena, el partido oficialista. López Obrador ha afirmado que, de alguna manera, él mismo logró llegar a la presidencia de México (en 2018) y Gómez a la gubernatura mexiquense gracias a que Peña Nieto —el presidente de entonces— y Del Mazo no cometieron fraudes electorales y respetaron la voluntad popular depositada en las urnas.
El peculiar reconocimiento de López Obrador produjo aplausos hacia los priistas de parte de los morenistas, reunidos en el Congreso mexiquense, en la ciudad de Toluca. Del Mazo, sentado a unos pasos del presidente, agradeció el gesto; Peña Nieto, sobre quien existen señalamientos de corrupción, vive en España desde dejó el poder. Solo López Obrador, al mencionarlo, lo hizo presente. “Yo padecí de dos fraudes electorales”, dijo el mandatario. Se refería a 2006, cuando, en su primer intento por llegar a la presidencia, perdió ante Felipe Calderón, del PAN, por una diferencia mínima. López Obrador siempre ha dicho que se trató de un fraude orquestado por empresarios e instituciones del Gobierno de Vicente Fox (el presidente saliente). El segundo caso sucedió en las elecciones de 2012, donde el morenista volvió a quedar en segundo lugar, precisamente, ante Peña Nieto. López Obrador denunció en su momento una operación sistemática de compra del voto a favor del PRI, una versión que años después confirmaría la trama internacional de sobornos de Odebrecht.
En 2018, en su tercer intento, la historia cambió para López Obrador y finalmente alcanzó el máximo cargo público de México. Es aquí cuando cobra relevancia la figura de Peña Nieto. “Soy presidente porque lo decidió el pueblo de México de manera libre, pero también tengo que reconocer que el presidente Peña, a diferencia de los otros dos presidentes [Fox y Calderón], lo digo con todo respeto, no se metió, es decir, no aceptó hacer trampas y respetó la voluntad del pueblo de México. Eso no lo voy a olvidar”, ha dicho este jueves López Obrador. No es la primera vez que hace pública su gratitud a Peña Nieto. En otras ocasiones, entrado en detalles, ha afirmado que en 2018 existía nuevamente un plan para robarle la elección y que el priista, al final, rechazó participar en él.
López Obrador ha añadido que Del Mazo actuó de manera semejante a su primo en el Estado de México: no hizo fraude, respetó la voluntad del pueblo. El triunfo de Morena en el Estado es histórico, pues puso fin a casi un siglo de gobiernos del PRI. López Obrador ha afirmado que la buena actuación de Del Mazo explica las duras críticas al priista de parte de la dirigencia de su partido, que lo acusó de haberse rendido y haber entregado el poder a Morena. “Algo parecido sucedió aquí en el Estado de México, por eso muchos reclamos a Alfredo”, ha afirmado. “¿Qué querían, que utilizara el presupuesto público, que es dinero de todo el pueblo, para favorecer a candidatos y a partidos? Eso es antidemocrático. ¿Qué querían, que él hiciera campaña en favor de quien representaba a su partido [Alejandra del Moral]? Eso es ilegal y antidemocrático”.
El presidente ha agregado que es una obligación reconocer a Del Mazo por haber puesto por delante el interés democrático y no ceder ante las presiones de su partido. “Él actuó como demócrata, y por eso mi reconocimiento, y lo tengo que decir, porque nos ha costado mucho, incluso ha costado vidas, hacer valer la democracia en nuestro país, y cuando hay gestos como los que he mencionado es importante reconocerlo, eso se tiene que saber. Así como se tiene que señalar, denunciar, estigmatizar al corrupto y al mapache electoral, al que roba la voluntad del pueblo, así también hay que reconocer los gestos de demócratas y de gente que actúa con rectitud y que pone por delante el interés general”, ha dicho.
El discurso de López Obrador empujó al segundo plano a Delfina Gómez en el evento oficial donde ella iba a ser la protagonista. En cuanto a Del Mazo, su futuro es aún una incógnita. Es público su distanciamiento de la nueva nomenclatura del PRI, encabezada por el polémico Alejandro Moreno, un conflicto que podría complicarle el acceso a un nuevo cargo público en las elecciones de 2024. Es un hecho que, de parte de López Obrador, tiene una mano tendida.