El peso mexicano continúa imparable. La moneda nacional ha sido impulsada esta semana por la caída en la inflación en EE UU y la subsecuente decisión de la Reserva Federal de mantener su tasa de interés en un rango de 5% a 5,25%. Así, durante las operaciones del miércoles, el peso llegó a tocar un mínimo de 17,07 y un máximo de 17,24 pesos por dólar, un nivel no visto desde 2015. Aunque la decisión tomada por la Reserva Federal cortó un ciclo alcista de 10 meses, el presidente de la Fed, Jerome Powell, no descarta una subida de tipos de interés antes de que concluya este año, una advertencia que también se reflejó en la volatilidad momentánea en el tipo de cambio tras el anuncio, para después volver a niveles de fortaleza. Al cierre de la jornada de este jueves, el peso mexicano cerró en 17,12 unidades por dólar y los analistas no descartan ya un tipo de cambio por debajo de los 17 pesos.
La fortaleza del peso mexicano se sustenta en la apreciación de 12,2% en lo que va del año, un porcentaje que sitúa a la moneda nacional como la segunda divisa más fortalecida frente al dólar, solo detrás del peso colombiano (14%). Ahora, los analistas financieros, exportadores e importadores se concentran en estimar cuánto más durará la racha, así como en anticipar qué más lejos puede llegar la fortaleza de la divisa mexicana.
Los analistas coinciden en la “sorpresiva” duración de esta buena etapa a favor de la moneda mexicana. Uno de los pilares que explican al llamado superpeso mexicano es el diferencial de tasas de interés entre México (11,25%) y Estados Unidos (5% a 5,25%). Este trecho supone un rendimiento para los inversionistas que apuestan por activos denominados en pesos mexicanos, un atractivo que seguirá impulsando a la moneda mexicana en los próximos días.
En el balance, un tipo de cambio al filo de los 17 dólares por divisa estadounidense beneficia a los importadores, al manejo gubernamental de la deuda y contribuye a frenar la escalada de precios en mercancías importadas. En contraparte, una paridad tan debilitada con el dólar perjudica a los exportadores, a las actividades que dependen de las divisas como el turismo y merma el poder adquisitivo de los miles de mexicanos que año con año reciben remesas.
James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CiBanco, explica que otro de los factores que aupó al peso mexicano fue el mensaje de la Fed de que podían esquivar una probable recesión económica y, por el contrario, lograr un aterrizaje suave tras la escalada de precios. “La apreciación puede mantenerse en las siguientes semanas, no se puede descartar ahora que el tipo de cambio cotice por debajo de los 17 pesos por dólar”, prevé. No obstante, el analista también advierte de que el último mensaje de la Fed sobre la posibilidad de subir sus tipos hacia el cierre de 2023 puede devaluar la moneda nacional en julio o agosto próximo. En CiBanco prevén que el peso concluya este año a un nivel de 18,20 unidades por dólar.
Para el experto financiero de Monex un superpeso si bien contiene la inflación y beneficia a los importadores, también ha comenzado ya a presionar a las empresas que envían sus productos al extranjero. Carlos González, director de Análisis de Monex, advierte de que el tipo de cambio mexicano ya está llegando a su techo y pronto se devaluará frente al dólar. “Un rango bajo (en la paridad) no significa que veamos un rebote, solamente supone que ya no veamos mayores apreciaciones”, menciona.
El analista añade que a estas alturas del año, con una inflación a la baja que ya ronda 5,84%, el beneficio de un tipo de cambio fuerte ya se está descontando en el mercado y ahora empiezan a ponerse en prueba los estragos porque se comienzan a percibir menores ingresos provenientes de las remesas, de los impuestos de las compañías exportadoras, del turismo y de las exportaciones petroleras “Esto está en el margen de ya no ser tan benéfico para el país”, zanja González. En Monex anticipan que el peso cerrará 2023 en 19,20 unidades por dólar.
“Un peso mexicano fuerte puede hacer que los productos mexicanos sean más caros en los mercados internacionales. Esto puede hacer que los exportadores enfrenten una mayor competencia de países con monedas más débiles y resulte en una pérdida de competitividad. Los sectores de la economía mexicana que dependen en gran medida de las exportaciones, como la industria manufacturera y el sector agrícola, pueden verse especialmente afectados por un peso mexicano fuerte”, indicó en su análisis Banco Base.
Horas más tarde de darse a conocer el anuncio de la Reserva Federal, durante la presentación del Reporte de Estabilidad Financiera del primer semestre de 2023, la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, declaró que no se presionará por seguir los pasos de la Reserva Federal. El banco central estadounidense ha decidido este martes pausar el alza de su tasa de interés y dejarlo en un rango de 5% a 5,25%. Cuestionada sobre la postura que asumirá el Banco de México ante la Fed, la gobernadora de la institución hizo hincapié en que su mandato prioritario es controlar la inflación. “Necesitamos tiempo para darnos una evaluación, necesitamos ver cómo se va desenvolviendo el panorama inflacionario en su conjunto y el balance de riesgos”, dijo en conferencia de prensa.