Rusia ha afirmado que evitar un choque militar entre potencias nucleares es su “máxima prioridad” y -a pesar de haber realizado recientemente amenazas nucleares- ha solicitado a otros países con este tipo de armas que reafirmen su compromiso de evitar una guerra nuclear.
El Ministerio de Asuntos Exteriores Ruso aseguró el miércoles que Rusia “reafirmó plenamente” su compromiso de prevenir una guerra nuclear y evitar una carrera armamentística en virtud de una declaración conjunta firmada con Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China en enero.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha amenazado veladamente en repetidas ocasiones con utilizar armas nucleares a medida que se tambalea su invasión de ocho meses en Ucrania, como parte de una estrategia que los funcionarios occidentales han afirmado que está diseñada para disuadir la ayuda militar occidental a Kiev.
Esta retórica ha alarmado a las potencias occidentales, sobre todo después de que Rusia realizara la semana pasada afirmaciones infundadas de que Ucrania estaba desarrollando una “bomba sucia”, un arma convencional aderezada con material radiactivo.
Putin repitió las advertencias, pero luego afirmó que “no tiene sentido militar ni político” que Rusia utilice un arma nuclear contra Ucrania.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia afirmó el miércoles: “Estamos firmemente convencidos de que en la difícil y turbulenta situación actual, que es consecuencia de acciones irresponsables e impúdicas dirigidas a socavar nuestra seguridad nacional, la prevención de cualquier choque militar entre potencias nucleares es la máxima prioridad”.
El mensaje de Putin se produce mientras funcionarios estadounidenses afirman que creen que una serie de conversaciones de alto nivel entre funcionarios de defensa estadounidenses y rusos han contribuido a calmar un poco las tensiones.
“Hay una sensación temporal de tranquilidad”, afirmó un funcionario estadounidense.
El mes pasado, los funcionarios estadounidenses vieron signos preocupantes en los servicios de inteligencia que vigilan el posible uso de armas nucleares por parte de Rusia, pero afirmaron que la información que recogieron no sugería que Moscú estuviera realizando preparativos para utilizar un arma nuclear.
El New York Times informó el miércoles de que los líderes militares rusos discutieron el mes pasado la posibilidad de utilizar un arma nuclear táctica.
Funcionarios de la administración del presidente estadounidense Joe Biden afirman que les preocupa que la creciente desesperación de Putin pueda llevarle a considerar el uso de dicha arma.
En su intervención en Londres, el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, afirmó que la afirmación rusa de que Ucrania estaba desarrollando una bomba sucia era completamente falsa y que el Reino Unido, junto con Estados Unidos y Francia, “se sentía absolutamente obligado a mantener el tabú” sobre el uso de armas nucleares.
“Las afirmaciones de Rusia sobre la preparación de un arma nuclear táctica por parte de Ucrania, o de hecho facilitada por el Reino Unido o cualquier otra potencia, no es correcta y no es cierta”, dijo Wallace al comité selecto de defensa de la Cámara de los Comunes.
“Sería aborrecible… contra el derecho internacional y sería totalmente injustificable. No tenemos intención de hacer otra cosa que no sea… afirmar la verdad al respecto”, dijo Wallace.
Los funcionarios occidentales han intensificado su vigilancia de la preparación nuclear de Rusia en los últimos meses, pero no han informado de ningún cambio.
Ucrania ha afirmado que la retórica rusa probablemente sea un farol, destinado a convencer a sus partidarios occidentales de que presionen a Kiev para que acepte un acuerdo de paz desfavorable en los términos de Moscú.
Las fuerzas ucranianas están avanzando sobre la ciudad sureña de Kherson, la única capital de provincia que Rusia ha capturado durante la invasión, a pesar de que Putin la reclamó como parte de Rusia en una fastuosa ceremonia de anexión a finales de septiembre.
Aunque Putin prometió utilizar “todos los medios a nuestro alcance” para defender el territorio que considera parte de Rusia, Ucrania ha seguido haciendo retroceder a las fuerzas rusas, reforzando las convicciones de algunos funcionarios que piensan que Moscú no cumplirá sus amenazas.
“Queremos que se centren en detener la guerra que se está produciendo y la invasión que se está produciendo, y que no intenten desviarnos a nosotros y a otros, o en áreas que no son relevantes para el hecho de que están invadiendo Ucrania”, afirmó un funcionario occidental, añadiendo que los esfuerzos de Rusia habían tenido hasta ahora poco éxito.
La declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso contenía una reprimenda implícita a las potencias occidentales que suministran armas avanzadas a Ucrania, lo que, según Moscú, está aumentando las posibilidades de un conflicto directo entre las fuerzas rusas y las de la OTAN.
En una aparente referencia a las afirmaciones sobre la bomba sucia, pidió a los partidarios occidentales de Ucrania que “demuestren su disposición a resolver esta prioridad y abandonen los peligrosos intentos de socavar los intereses vitales de cada uno, poniéndose en la línea de un conflicto armado directo y fomentando las provocaciones con armas de destrucción masiva, que podrían tener consecuencias catastróficas”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que la doctrina militar rusa permite el uso de armas nucleares si el país es golpeado primero en un ataque nuclear o si “la existencia misma del Estado” se ve amenazada por un ataque convencional.