La situación del agua en el Valle de México acapara las conversaciones de los últimos días. Los chats, las redes sociales, la televisión y la radio repiten conceptos como “día cero” y sequía, y aunque no es novedad la falta de agua en algunas zonas, esta vez el tema ha escalado con los reportes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sobre el bajo nivel del Sistema Cutzamala, que ronda el 39% de su capacidad total según los reportes más recientes.
¿Qué representa este número para el consumo de los ciudadanos?, ¿es cierto que en junio no habrá agua?, ¿de quién es la responsabilidad? ¿La ciudadanía puede hacer algo? Tres investigadores explican a México Pragmático las claves para entender la escasez de este recurso.
Sistema Cutzamala, ¿el culpable?
La “sequía extrema y excepcional” en el noroeste, noreste y centro del país, reportada por la Conagua, en una época del año en la que no se prevén lluvias, contribuye a que el nivel de almacenamiento del Sistema Cutzamala se encuentre en un punto bajo con una tendencia a una reducción aún mayor.
El 39.3% de reserva —con cifras del 6 de febrero— equivale a 307 millones de metros cúbicos de agua, de la capacidad total del Cutzamala, que es de 782 millones de metros cúbicos. Si bien este sistema, conformado por las presas Valle de Bravo y Villa Victoria (en el Estado de México) y El Bosque (en la parte alta de Michoacán) provee solo el 40% del suministro de Ciudad de México, el otro 60% —que proviene de los pozos ubicados en la capital— también tiene bajos niveles a causa de la sequía.
“Los pozos se abastecen del agua que cae, de las zonas de infiltración. Llueve y en las zonas como Xochimilco, la parte de Chapultepec, todas las zonas que pueden ser permeables… esa agua va al acuífero. Para el pozo, se hace un agujero hacia el centro de la Tierra, y en un momento dado llegamos a esa agua del acuífero y de ahí se extrae el agua”, detalla Delia Montero, coordinadora de la Red de Investigación en Agua de la Universidad Autónoma Metropolitana (Red AgUAM), en entrevista con México Pragmático.
Para Fernando González Villarreal, coordinador técnico de la Red del Agua de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y primer director de la Conagua (entre 1989 y 1994), el Cutzamala puede seguir aportando un suministro constante si los niveles bajos no empeoran. El investigador explica que el Sistema Cutzamala provee 25 millones de metros cúbicos de agua al mes al Área Metropolitana de Ciudad de México y que los cálculos de la red indican que esa cantidad es suficiente para llegar a la temporada de lluvias.
“Un metro cúbico es un tinaco grande. Son 25 millones de tinacos grandes al mes y tenemos útiles, según la información oficial, alrededor de 170 millones de metros cúbicos que podemos aprovechar si se hace eficientemente. Eso nos da para algo más de seis meses de suministro y eso nos alcanzaría para poder tener ya la producción en la época de lluvias”, señala González Villarreal también en entrevista.
Omar Arellano Aguilar, profesor investigador de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra, de la UNAM, asegura que es preocupante la reincidencia de años secos. “El año pasado fue muy seco, no hubo lluvia en el centro del país suficiente para poder llenar estos embalses y estamos entrando en un periodo de estiaje con menos agua. Eso nos pone en una situación crítica porque es muy probable que las lluvias que tengamos entre febrero y junio no sean suficientes para revertir lo que ya estamos consumiendo, y hay una alta probabilidad de que 2024 también sea seco”, explica a México Pragmático.
La académica Delia Montero atribuye la situación actual a un desbalance hídrico. “Extraemos más agua de los pozos de la que se infiltra, por una mala gestión. Falta mantenimiento y toda el agua pluvial, en lugar de ahorrarla, se va al drenaje profundo, la perdemos, y la solución que ha encontrado Sacmex (el Sistema de Aguas de la Ciudad de México) es traer agua de más lejos. Pregúntale a los mazahuas. Por ahí pasa el Cutzamala y ellos no tienen agua”.
‘Día cero’
La idea de que el descenso del nivel del Sistema Cutzamala llegue a cero ha llevado a la Conagua a comunicar que “avanza en infraestructura complementaria” para aumentar el caudal y en consecuencia el suministro en Ciudad de México y el Estado de México. Este miércoles, 14 de febrero, el coordinador de Comunicación de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, dijo que “no existe” el “día cero”, durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, como respuesta a un periodista que hizo una pregunta sobre el tema al mandatario.
A su vez, López Obrador dijo que su Gobierno está trabajando con los de Ciudad de México y Estado de México para “resolver” el problema del suministro.
Dos de los especialistas consultados son optimistas sobre las previsiones del abastecimiento de agua. “Ese ‘día cero’ del que se habla, que se quedaría la ciudad totalmente sin agua, no es así. El ‘día cero’ se ha intentado en otras ciudades que estaban con suministros prácticamente en cero: en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), en São Paulo (Brasil), que dependían de una sola fuente de abastecimiento y se acaba esa fuente, entonces estaban en un grave problema. Se acabó el agua.
Sobre la afectación que tenemos en el Cutzamala, es solo una fuente de abastecimiento de las muchas que tiene la ciudad, y esa fuente nos da un déficit de alrededor de un poco más del 10% y eso, según nuestros cálculos, nos permitiría seguir manteniendo el abastecimiento”, explica Fernando González Villarreal.
“A mí no me gusta ese tipo de predicciones porque creo que podemos hacer cosas antes. Algo que yo digo siempre: el ‘día cero’ ya está ocurriendo en colonias de Ciudad de México, porque tienen agua una vez al día. No tenemos que esperarnos a que todo se generalice. Algo que podemos hacer es evitar que colonias, familias enteras, estén viviendo el ‘día cero’ hoy. Hay que actuar para prevenirnos”, asegura Omar Arellano.
Delia Montero, en cambio, está a favor de que se enciendan las alarmas. “No es que uno esté alarmando a la gente, pero si la predicciones de lluvia se van hasta junio ¿qué le vamos a decir a la gente?, ¿echarle la culpa al Cutzamala, al medio ambiente? No. Yo pienso que hay que empezar a actuar. El problema todavía es más grave. Yo salgo y veo tres, cuatro pipas de agua en mi camino. Es un comercio completamente desregulado. ¿Dónde has oído a la Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor) que diga, a ver, ya pusimos orden aquí?”, cuestiona.
¿Una emergencia hídrica?
José Luis Luege Tamargo, director de la Conagua en el sexenio de Felipe Calderón (de 2006 a 2012) y quien es parte del equipo de la candidata presidencial de la oposición Xóchitl Gálvez, ha sido uno de los personajes que han insistido en que es urgente la “declaratoria de emergencia” ante la sequía extrema y el bajo nivel del Cutzamala.
“Estamos en emergencia por la baja de Cutzamala. Varias alcaldías y municipios están en situación crítica y necesitan apoyo. La sequía extrema justifica la declaratoria de desastre por parte de Secretaría de Gobernación. No lo hará porque López Obrador eliminó el Fondo de Desastres Naturales (Fonden). El verdadero desastre”, publicó Luege en la red social X el 8 de febrero.
Movimiento Ciudadano también ha hecho un llamado para que se emita la emergencia hídrica. “Hacer la declaratoria de emergencia nos permite a la ciudad acceder a fondos y tomar las medidas necesarias para estar preparados en los meses siguientes, que se van a poner más severos”, dijo Salomón Chertorivski, el candidato del partido a la Jefatura de Gobierno de la capital, de acuerdo con Reforma.
Para Omar Arellano, una emergencia hídrica solo sería útil si está acompañada de acciones y propuestas. “Más que presionar a las instituciones, o en este caso a un gobierno, a declarar una emergencia, creo que hay que llamar a conocer cuáles son los planes de contingencia para estos momentos”, afirma.
Delia Montero está a favor de la declaratoria. “Estaría bien [emitirla], porque ya hay como 200 o más colonias con tandeo (el suministro por horas al día o a la semana). Iztapalapa no es novedad, pero el fenómeno se ha visto también en la zona poniente. Las afectaciones han sido para toda la ciudad: la parte Centro, la alcaldía Cuauhtémoc, toda la parte de Iztacalco, Venustiano Carranza. No nada más el Oriente se ve afectado, sino Benito Juárez, Álvaro Obregón. Toda la ciudad está tandeada”.
¿Qué hacer?
Fernando González Villarreal considera que se necesitan más inversiones para que la red de suministro sea eficiente y contar con una fuente adicional de almacenamiento.
Arellano sostiene que es necesaria la planificación para que la Zona Metropolitana de Ciudad de México tenga autosuficiencia hídrica y plantea mejorar la gestión incrementando la producción de agua tratada. “Si hacemos la conversión de cuánta agua tratada tiene la Ciudad de México en relación a cuánto consume, estamos hablando de que la Zona Metropolitana dispone de 61.000 litros por segundo y solamente estamos tratando 2.396. Es ínfimo. Si aumentáramos un 50% , 60% de tratamiento, no estaríamos contando los litros que consumimos”.
La investigadora Delia Montero sugiere que tanto el Gobierno como los ciudadanos asuman su responsabilidad. Al primero le pide regular el mercado de las pipas de agua y poner en marcha políticas de previsión, incluida una campaña para motivar a la gente a reducir el consumo.
A la ciudadanía le propone hacer conciencia en su vida diaria. “En el programa Agua Cero (de UAM Radio) echamos relajo y nos preguntamos: ‘¿En cuánto tiempo te bañaste?’… ‘En una canción’. Es una forma de ir transmitiendo el mensaje: báñate en una canción. Hacer que la gente se sensibilice porque muchas personas dicen ‘mientras me den tandeo y se llene mi cisterna, a mí qué me importa’. No podemos actuar de esa manera”.