Cuando se cumplen 10 meses de guerra en Ucrania, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha prometido al ejército ruso todos los recursos que necesite, “sin límites de presupuestos”, para completar con éxito la ofensiva que emprendió en febrero. En una reunión con la plana mayor del Ministerio de Defensa del país, Putin ha asegurado que Rusia continuará desarrollando su potencial militar, incluida la “preparación para el combate” de sus fuerzas nucleares. El país aspira a aumentar el tamaño de su ejército, tradicionalmente considerado como el segundo del mundo, en un 30%.
“No existe ningún tipo de limitación a la financiación de las necesidades del ejército ruso”, ha asegurado el presidente al inicio del encuentro. Los combates directos se concentran en estos momentos en el sur y en el este, sin grandes avances territoriales y con bombardeos intensos lanzados en la distancia contra la infraestructura energética ucrania. Las autoridades del país invadido temen que el Kremlin se esté preparando para lanzar una nueva ofensiva desde Bielorrusia, dirigida de nuevo a la capital, Kiev, o a desestabilizar la zona cercana frontera con Polonia, por donde acceden los donativos occidentales de armamento y ayuda humanitaria.
“En el campo de batalla no puede haber detalles menores”, ha continuado Putin: “Por ello es necesario dedicar una atención especial, y quiero subrayarlo aunque sé que el ministerio se ocupa de esto, a los botiquines médicos, la alimentación de campaña, los uniformes, el calzado, los cascos, los chalecos antibalas, todo debe ser lo más moderno y de la mejor calidad”, ha insistido el mandatario. Ha sido común, en los meses que lleva la guerra, que en redes sociales se comparen el material y los uniformes antiguos de las tropas rusas con equipos donados, más modernos, de las ucranianas.
En ese proceso de mejora constante de su capacidad de combate, Putin ha destacado las fuerzas nucleares. “Continuaremos manteniendo y mejorando la preparación para el combate de nuestra tríada nuclear”, ha agregado. Se trata de misiles lanzados desde silos terrestres, submarinos en navegación y aviones en vuelo.
El mandatario ruso también hizo hincapié en el nuevo misil de crucero hipersónico Zircon, que la Marina podrá empezar a usar a principios de 2023, según ha anunciado. “A principios de enero, la fragata Almirante Gorshkov estará equipada con el nuevo misil Zircon, que no tiene equivalente en el mundo”, declaró Putin. El anuncio coincide con el día en el que el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha salido por primera vez desde que empezó la guerra del país para viajar a Washington, donde previsiblemente va a recibir la promesa de entrega de una batería de misiles Patriot de largo alcance, un arma que Estados Unidos se había resistido a donar.
El presidente ha instado a crear una red de inteligencia conjunta entre todos los mandos en el terreno con información en tiempo real facilitada por drones. “La experiencia de la operación militar especial demuestra que el uso de drones se ha vuelto prácticamente generalizado. Dicho arsenal debe estar presente en cada unidad, pelotón, compañía y batallón”, ha dicho Putin. “En breve cada soldado debe disponer de la posibilidad de recibir la información emitida por los drones. A eso hay que aspirar”, subrayó.
Rusia, según Ucrania, ha comprado varios miles de drones iraníes para bombardear la infraestructura civil del Ucrania, pero el presidente aspira a que los fabrique su propia industria. “Tenemos experiencia en la fabricación de sumergibles no tripulados. Y sé que la industria nacional cuenta con todo el potencial para lanzar una amplia línea de drones aéreos y terrestres con las mejores características técnico-tácticas, incluidos elementos de inteligencia artificial”, resaltó.
Después de las críticas y el caos que generó la movilización parcial de 300.000 reservistas para aumentar en número de soldados en los campos de batalla ucranios, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, ha considerado “necesario” aumentar todavía más los efectivos de su ejército, desde 1,15 millones a 1,5 millones de militares y subir la edad límite del servicio militar para cubrir un rango de 21 a 30 años, en lugar de margen actual de 18 a 27 años. El titular de Defensa ha explicado que 695.000 deberían ser soldados profesionales.
El titular de Defensa ha anunciado también que Moscú contempla establecer bases navales para apoyar a su flota en las ciudades ocupadas de Mariupol y Berdiansk, a orillas del mar de Azov, y la creación de divisiones motorizadas en las regiones de Jersón y Zaporiyia. “El mar de Azov se ha convertido nuevamente en un mar interior de Rusia, como fue durante 300 años de historia de nuestro país”, ha presumido. “Se ha reanudado la comunicación terrestre con Crimea por ferrocarril y carretera. Se está restableciendo el tráfico ferroviario con Donbás”, ha añadido.
Putin ha calificado el conflicto de “tragedia compartida”, pero ha rechazado cualquier tipo de responsabilidad. “Lo que pasa es, por supuesto, una tragedia. Una tragedia compartida. Pero no es el resultado de nuestra política, es el resultado de la política de países terceros”, ha afirmado el dirigente del país agresor. Shoigú, en la misma línea, declaró que en Ucrania sus tropas luchan contra las “fuerzas conjuntas de Occidente”.