Contra todos los pronósticos y turbulencias, la aerolínea militar Mexicana tendrá su viaje inaugural el próximo 26 de diciembre. Así lo ha decidido el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no ha desistido en esta fecha a pesar de los múltiples desafíos para echar a andar el proyecto aeronáutico-estatal. Ante la falta de aviones en el mercado internacional, la Secretaría de la Defensa (Sedena) utilizará tres aviones militares en estos primeros vuelos que despegarán del aeropuerto Felipe Ángeles, en el Estado de México. La falta de aviones comerciales, una pugna interna por el nombre de la aerolínea y el retraso en la venta de boletos al público en general son algunos de los problemas que ha debido sortear la Administración en su ruta de despegue.
Primero, la pugna por la marca. La propuesta inicial del presidente siempre fue utilizar Mexicana —nombre de la extinta aerolínea mexicana—para su proyecto aeronáutico, sin embargo, un entramado de amparos por poco derrumban este proyecto. In extremis, un juzgado dio el visto bueno para liberar el nombre y permitir que el Gobierno comprara por 815 millones de pesos, a los extrabajadores de la aerolínea venida a menos, tanto el nombre como una serie de activos. Aunque los trabajadores ya recibieron la primera parte del pago, es decir, unos 408 millones de pesos, aún deben liquidarles el pago de la segunda mitad, pero no tienen fecha precisa, algunos de los exempleados refieren confían en que esto ocurrirá hasta enero de 2024.
Una vez liberado el nombre, la Administración federal se vio obligada a encarar un problema mayor: la falta de aeronaves. La escasez de aviones para arrendar una flota de 10 equipos y de tiempo para obtener las certificaciones internacionales ha llevado al Ejecutivo a barajear distintas opciones: desde alquilar unos cuantos aviones más pequeños a la aerolínea mexicana en declive, Transportes Aéreos Regionales (TAR), bajo el modelo de wet lease o arrendamiento húmedo, donde se rentarán las aeronaves con todo y tripulación, hasta utilizar dos aviones Boeing 737-800 y un 373-300 de la Sedena, mismos que han sido ocupados en el pasado para operativos contra narcotraficantes y para llevar despensas a los damnificados de desastres naturales.
Aún se desconoce el coste de este alquiler, pero este esquema es uno de los más costosos porque el arrendatario asume el coste de operación. La Secretaría de Defensa había anunciado previamente un desembolso de 4.000 millones de pesos de inversión inicial. Además, la Sedena aseguró que se generarán 745 empleos directos. Para el siguiente año, la empresa estatal contará con un presupuesto de 119,7 millones de pesos para 2024.
Además, a menos de 15 días del banderazo de salido en el sitio web de la compañía, no se ha reactivado, tras un primer intento fallido, la venta de billetes. Las personas que compraron un boleto en octubre pasado fueron notificadas horas después que no todas las rutas podrán ser cubiertas y por ende, en compensación, la empresa les ofrecerá destinos gratuitos a partir de junio de 2024. La aerolínea ha reducido la oferta de destinos de 20 a nueve, con cambios en la red que incluyen la cancelación de vuelos a destinos como Ciudad Juárez, Cancún y La Paz. Las rutas con las que la nueva Mexicana promete iniciar su oferta y ser competitiva en el mercado doméstico nacional son: Acapulco, Guadalajara, Huatulco, Monterrey, Mazatlán, Oaxaca, Puerto Vallarta, Villahermosa e Ixtapa Zihuatanejo.
Aun con todos los contratiempos, López Obrador no quita el dedo del renglón en concluir 2023 con una serie de cortes de listón y entre ellas el despegue de la nueva Mexicana ocupa un lugar predilecto. “El 26 de diciembre vamos a estar en el inicio de todos los servicios de la nueva línea aérea”, dijo este jueves el mandatario en su habitual conferencia de prensa en Palacio Nacional.
El experto en Derecho aeronáutico, Rogelio Rodríguez, explica que Mexicana se inaugurará con tres vuelos inaugurales repletos de prensa y de invitados especiales. “Despegará en la fecha prometida porque es una decisión presidencial con un apoyo gubernamental sin precedentes y eso en la parte técnica significa que los militares van a tomar lo más inmediato que son tres aviones de las Fuerzas Armadas, que ya están bajo el control del Estado, y van a ser alguna figura de comodato o préstamo de uso para hacer los vuelos inaugurales y luego van a armar la empresa”, zanja.
“No hay un plan comercial, una estrategia de mercado consolidada para Mexicana, no es la manera ortodoxa con la que se sale al mercado, pero es la voluntad presidencial”, añade el especialista. Rodríguez prevé que los primeros aviones arrendados por Boeing llegarán hasta marzo próximo, sin embargo, el presidente podrá presumir desde ya, en la antesala del periodo electoral que cumplió, al menos en la fecha formal en el arranque de su aerolínea estatal: la nueva Mexicana.